Café costarricense: reputación verde frente a una regulación exigente

Published on 8 de agosto de 2025

CAFÉ

Café costarricense: reputación verde frente a una regulación exigente

El café de Costa Rica goza de una sólida reputación internacional por su calidad, prácticas sostenibles y producción en armonía con el medio ambiente. Sin embargo, con la entrada en vigor del Reglamento (UE) 2023/1115 (la nueva normativa de la Unión Europea contra la deforestación importada) incluso este producto emblemático enfrenta nuevos desafíos para mantenerse competitivo en el mercado europeo.

A partir del 30 de diciembre de 2024, todo el café exportado hacia la UE deberá contar con trazabilidad geográfica precisa y demostrar que no proviene de zonas deforestadas después del 31 de diciembre de 2020. Además, los exportadores deberán presentar declaraciones de diligencia debida, garantizando el cumplimiento de la normativa tanto ambiental como legal.

Aunque Costa Rica cuenta con una sólida política de conservación (más del 50% de su territorio está cubierto por bosques) y con certificaciones reconocidas, el EUDR impone un estándar más técnico y detallado. Ahora se requiere que cada embarque esté respaldado por coordenadas geográficas exactas y registros digitales verificables.

Para los pequeños caficultores, este cambio implica una transformación en los sistemas de producción y documentación. Sin embargo, también representa una oportunidad para consolidar su prestigio como líderes en café sostenible. Organizaciones cooperativas, instituciones públicas y exportadores ya trabajan en la implementación de plataformas digitales y en la capacitación de productores para facilitar el cumplimiento del nuevo reglamento.

La reputación verde del café costarricense sigue siendo su principal activo. Cumplir con el EUDR no solo permitirá conservar su acceso al mercado europeo, sino también reforzar la imagen de un país comprometido con la sostenibilidad, la biodiversidad y el comercio responsable.

En un contexto de consumidores cada vez más conscientes, Costa Rica puede convertir esta regulación exigente en una ventaja competitiva si actúa con visión y coordinación.